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El Anunciador (Madrid)

Periódicos
Periódico comercial nacido el 1 de enero de 1851 que sigue la estela de la prensa de anuncios nacida en la década anterior, con El Gratis, el Avisador o el Diario de Avisos de Madrid como referencias. Al igual que estos, El Anunciador era una publicación dedicada a la publicidad en la que las noticias eran secundarias. Su objetivo era el desarrollo de la industria y el comercio por medio de los anuncios. El periódico salía todos los días y se valía del uso de la tipografía para destacar ciertos anuncios sobre otros. En el primer número vemos esta estrategia en la portada con la publicidad de la venta de un violín Stradivarius fabricado en 1724, aunque hay también otros anuncios con letras mayores que el resto. El Anunciador explicitó así su propósito: ‘Nuestro plan se reduce a anunciar la venta de toda clase de productos e insertar avisos referentes a todo género de industrias no solo pertenecientes a Madrid, sino a las Provincias, Ultramar y el Extranjero; a proporcionar la expedición de los artículos anunciados, encargándonos directamente de ello; a establecer un depósito general de muestras que sirva de exposición pública permanente, y a adjudicar premios, que consistirán en géneros o productos pertenecientes a los anunciantes’. Llegado al número 12 el periódico suspendió temporalmente su publicación alegando las dificultades para organizar el depósito de muestras de los artículos en venta por trabas administrativas, así como para establecer corresponsales en puntos convenientes que suministraran ‘noticias curiosas y exactas del movimiento mercantil, comercial e industrial’. Reapareció el 1 de febrero con una nueva cabecera que incluía un grabado alusivo al comercio y un subtítulo que mostraba la amplitud de sus intereses: ‘Periódico universal de avisos y de comercio, agricultura, industria y literatura’. De hecho, El Anunciador, sin perder de momento su carácter publicitario, ofrecía ahora en sus cuatro páginas más noticias e incluía un folletín. El 2 de abril el periódico informó que cumpliría su promesa de ofrecer premios a los suscriptores y detallaba los mismos, y al día siguiente volvió a aparecer sin el grabado de cabecera y con un nuevo subtítulo que ponía más énfasis en la información que en la publicidad: ‘Periódico universal de intereses materiales, literatura, anuncios, etc’. A partir de entonces, pese a su nombre, El Anunciador irá dedicando más espacio a la información, las disposiciones oficiales procedentes del Gobierno, sobre todo, hasta su desaparición el 1 de octubre en que se fusionó con el periódico El Precursor. [Descripción publicada el 20/09/2024]