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El Precursor (Madrid)

El Nuevo Precursor
Periódicos
Este periódico absorbió a otro titulado El Anunciador, diario comercial nacido también en 1851 que fue paulatinamente ofreciendo más información a la par que publicidad, su original cometido. En su número del 30 de septiembre El Precursor avisaba de que saldría en adelante con un formato mayor y que se refundía con El Anunciador, aunque sin su director y redactores. Los suscriptores recibirían además un libro de regalo. La nueva publicación llevaba el subtítulo de Periódico diario defensor de los intereses materiales, morales y sociales del pueblo. En el número de 1 de octubre, El Precursor se vanagloriaba de su éxito al haber pasado de casi 200 a 1.300 suscriptores desde el16 de agosto que comenzó a editarse. Decía ser el periódico de mayores dimensiones que se publicaba en España por cuatro reales al mes. El Precursor estaba dirigido por El Pobre filósofo, seudónimo de Manuel Cuendías, según el libro ‘Unos cuantos seudónimos de escritores españoles’, publicado en 1904 y que se puede consultar en abierto en internet. Cuendías fue un escritor y periodista de ideas liberales nacido en Madrid en 1800 que tuvo que exiliarse en Francia durante el reinado absolutista de Fernando VII. El periódico señalaba que su propósito era tratar ‘cuestiones de intereses materiales, morales y sociales, de la mayor importancia y que interesan vivamente al país y mucho más que las contiendas meramente políticas o por mejor decir personales que, de algunos años a esta parte, alimentan la polémica periodística sin haber producido otro fruto que el engrandecimiento de algunos charlatanes en todos los partidos y el empobrecimiento del pobre pueblo’. El Precursor constaba de cuatro páginas y salvo sus artículos de fondo en los que exponía sus opiniones no partidistas no se diferenciaba mucho de otros periódicos en su contenido. Tenía una sección oficial con las disposiciones gubernamentales, crónica de las sesiones de las Cortes, un correo de provincias, noticias del extranjero, crónica local, sección religiosa, información de espectáculos y el inexcusable folletín novelesco. La última página estaba dedicada a los anuncios. Manuel Cundías, su director, fue profesor de español en Francia durante su exilio. De vuelta a España, en Barcelona, ganó la cátedra del instituto de lengua inglesa y más tarde fue catedrático en el instituto de San Isidro de Madrid. Es autor de un Curso de lengua inglesa y otro para la enseñanza del español en Francia, aparte de otras obras, según la Biblioteca Virtual de la Filología Española. [Descripción publicada el 20/09/2024]