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El Voto Nacional (Madrid. 1854)

Periódicos
Este periódico nació tras la revolución de 1854, la llamada Vicalvarada, que llevó al poder al partido progresista con el general Espartero como presidente del Gobierno. Su director fue Augusto de Ulloa y Castañón, afín a otro militar participante en la revolución, el general Leopoldo O’Donnell, que fundaría años después la Unión Liberal, partido que aglutinó a moderados y progresistas que ansiaban la estabilidad política. En el prospecto con el que El voto nacional se presentó al público el periódico clamaba ya por esa unión entre los antiguos contendientes con estas palabras: ‘la unión es el ingreso pacífico de los partidos constitucionales en las condiciones del verdadero gobierno representativo; es el reconocimiento unánime de ciertos principios fundamentales que forman la base de la ciencia política; es el triunfo de la idea liberal martirizada durante tantos años; es, en fin, la garantía para el porvenir de que la opinión reemplazará a la fuerza bruta, y de que los destinos del país no quedarán a merced de una facción o de una camarilla, sino que serán dirigidos por la voluntad del país mismo’. A continuación, el periódico declaraba su propósito de defender la soberanía de la nación, la milicia ciudadana y la libertad del sufragio y de la imprenta, así como la unión del partido liberal y la omnipotencia de las Cortes Constituyentes. Como diario político, El voto nacional estaba marcado fuertemente por el ideario con el que juzgaba la actualidad nacional. Contaba con una sección oficial con la información gubernamental y dedicaba especial atención a las noticias de exterior y de provincias en secciones que llamaba Correo Extranjero y Correo de las Provincias. Decía contar para ello con una buena red de corresponsables. Otras secciones era la Crónica de la Capital, con sucesos, rumores y anécdotas de Madrid, un boletín comercial, otra sección de crítica teatral y el clásico folletín, que era el mayor reclamo para la venta de los periódicos en la época. No obstante, El voto nacional no tuvo éxito y su vida fue corta: arrancó su publicación en septiembre de 1854 y la terminó en febrero de 1855. El director, Augusto de Ulloa y Castañón, fue una personalidad destacada que además de periodista fue posteriormente embajador en Roma y cuatro veces ministro en los Gobierno de la Unión Liberal con O’Donnell y, tras la revolución de 1868, con el general Serrano. En el diccionario biográfico de la Academia de la Historia puede leerse una amplia semblanza de este personaje. Destaca su convicción de que era mejor para la democracia la monarquía que la república, al poder el Parlamento controlar mejor a la primera que a la segunda. [Descripción publicada el 20/09/2024]