Periódico satírico de Murcia cuyo nombre recuerda el adjetivo pelma o pelmazo que denota su objetivo de ser molesto y fastidioso. Se subtitulaba semanario independiente y se distinguió sobre todo por sus críticas y protestas contra todo aquel que gozaba de una posición de poder en la esfera que fuera.
Su primer número se publicó el 8 de septiembre de 1910 y el último, el número 25 que es el único que posee la BNE, el 8 de marzo de 1911. Ya anteriormente se había sustituido el subtítulo por el de Periódico independiente defensor de intereses generales al tiempo que había cambiado el director. El primero fue Germán Mauricio Cortina, al que siguió Juan de Dios de Cañada.
En la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica puede consultarse la colección de este título y la atrevida declaración de principios de su primer número, que dice así: ‘Bienaventurados los que hais hambre y sed de justicia porque estoy dispuesto a consolaros con todas las energías de mi alma. Sabed que no solamente hallaréis en mi periódico vuestro defensor acérrimo contra aquellos que traten de abusar de su superioridad, sino que dispongo a la par de personas competentísimas en todos los ramos de la Administración que pueden dirigiros en cualquier denuncia o reclamación’.
Uno de los ataques más repetidos de Don Pelmacio fue contra el caciquismo, uno de los males endémicos de la época en todas las provincias de España. Si hay algo que destaca de esta publicación es una sección titulada Semblanzas, que aparecía recuadrada y generalmente en la portada, y en la que se caricaturizaba en verso a algún mandamás de Murcia.
Por lo demás, salvo el contenido crítico y satírico, el periódico incluía en sus ocho páginas comentarios de actualidad, noticias locales, trozos literarios en prosa o en verso y publicidad. En el número que posee la BNE destaca el artículo joco-serio dedicado a comentar la falda pantalón para la mujer puesta de moda en París y la reacción contraria del Vaticano.
German Mauricio, el primer director de Don Pelmacio, fundó más tarde otro periódico satírico, Don Crispín, en el que se publicaban dibujos caricaturescos de personajes murcianos y en el que se atacaba a todos los políticos sin distinción de ideología. En ocasiones el director tuvo que huir de los intentos de agresión de algunos de los afectados, según se lee en el libro ‘III Centenario prensa en Murcia 1706-2006’.
[Descripción publicada el 20/09/2024]