Este periódico, tal y como decía uno de los tres subtítulos que llegó a tener, era el órgano del Partido Republicano Radical de Granada y su provincia, es decir de la formación política que presidía a nivel nacional Alejandro Lerroux, político que en sus inicios hizo uso de la demagogia y con el tiempo moderaría su discurso llegando a ser presidente del Gobierno durante la II República con un programa de centro derecha.
Como otros con el mismo título en distintas provincias españolas, el periódico granadino se fundó en 1910 después de que Lerroux fundara El Radical en Madrid en marzo de ese año. En 1912 El Radical andaluz cambió su subtítulo, que pasó a ser semanario republicano obrero.
El periódico estaba dirigido por Antero Revelles Gómez y como administrador figuraba un hermano suyo. Revelles creía que solo Lerroux era capaz de traer la República a España y no otros políticos de izquierda como el líder del PSOE, Pablo Iglesias, o el intelectual republicano Gumersindo de Azcárate, según dijo en una asamblea de militantes radicales en diciembre de 1910 de la que informó el periódico El Defensor de Granada. Precisamente, a causa de las diferencias en el Congreso de los Diputados entre Lerroux y Pablo Iglesias, Revelles cambió el primer subtítulo de su periódico, que era ‘republicano socialista’, alejándose del PSOE.
La Biblioteca Nacional de España solo posee un número de El Radical andaluz, el correspondiente al 17 de septiembre de 1911. Se da la circunstancia de que en este número hay un artículo en portada de Antero Revelles escrito desde la cárcel, donde había ingresado condenado por injurias a políticos del Partido Liberal, aunque no estuvo mucho tiempo en prisión, según los datos de la tesis de doctorado de Álvaro López Osuna en la Universidad de Granada con el título ‘Dinámica de contienda política en la ciudad de Granada (1898-1923)’.
El Radical andaluz era un periódico de partido y su contenido estaba supeditado a su ideario. Los artículos de fondo defendiendo las posiciones propias y atacando las contrarias eran la tónica de sus páginas, salvo la cuarta y última que estaba dedicada a la publicidad, medio con el que podían subsistir estas publicaciones partidarias.
No parece que el periódico dedicara apenas espacio a la información estrictamente local o que tratara otros asuntos fuera de la política, tanto la de Granada y su provincia como la política nacional. Tampoco parece que la publicación se prolongara más allá de 1912.
[Descripción publicada el 20/09/2024]