Semanario festivo, que se publica cada sábado, desde el cinco de octubre de 1889, en números de ocho páginas, con ilustraciones y grabados en blanco y negro de retratos de artistas y literatos y caricaturas y dibujos humorísticos y satíricos de carácter costumbrista y social, pero también con alguna incursión en la política municipal.
Compuesto a dos columnas, inserta también textos del mismo carácter, comenzando con una sección titulada Apuntes semanales, que firman Manuel Matoses, José Brissa, J. Rodao y Francisco Jiménez Moya, atribuyéndosele a este último la dirección de la publicación y también de una Biblioteca de la Juventud Literaria y que a comienzos del siglo veinte será redactor del diario La época. Otras secciones son Crónica teatral, Zigzag y Aprobados y suspensos. Sus artículos versan sobre costumbres, tipismo y espectáculos, como los teatrales. Muchos de sus textos están escritos en verso. La última plana la dedica a anuncios comerciales.
Entre las firmas de sus dibujantes aparecen las de Cilla, Mecachis, Pando y F. Alberti, y entre las numerosas de sus textos, que señala que proceden de “los más renombrados literatos y poetas”, las de P. Gómez de Salazar, Manuel del Palacio, Antonio Grillo, Emilio Ferrán, José J. Herrero, Juan Pérez Zúñiga, Narciso Campillo, Eduardo Villegas, Alejandro Larrubiera, Joaquín E. Romero, Luis Alcaraz, Ricardo Soto o las de José Zorrilla y Ramón de Campoamor.
Esta publicación es conocida principalmente por haber convocado el primer concurso español de belleza femenina, y fue una de las muchas que se publicaron en Madrid una vez estabilizado el sistema del turno de partidos de la Restauración, con escasa permanencia por la dura competencia entre ellas. En este caso no llegó ni al año de vida. El último número de la colección corresponde al 20 de junio de 1890.