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El Radical (Madrid. 1910)

Periódicos
Apareció como “diario republicano de la noche”, fundado por el populista político y periodista Alejandro Lerroux y García (1864-1949), el seis de marzo de 1910, para pasar de vespertino a matutino el once de octubre de 1912. Lerroux ya había dirigido y fundado Progreso (1899-1901) y El Intransigente (1907), entre otras publicaciones, e impulsó este nuevo diario –previamente había también fundado el semanario con el mismo título El Radical (1904-1905)– tras su regreso de un breve exilio y con 45.000 pesetas de la época, procedentes de préstamos y donaciones de los notables del Partido Republicano Radical, que anteriormente había fundado en 1908, como escisión –en 1907– de la Unión Republicana, liderada por Nicolás Salmerón (1838-1908). La cabecera El Radical será pues el órgano de prensa nacional de Leorroux. Fue un diario, además de republicano y anticlerical, situado en la “extrema izquierda”, teniendo como límite el denominado “socialismo anarquista”, según expresó en su primer número. Al frente del mismo y como director se puso el también periodista republicano Ricardo Fuente y Asensio (1866-1925), que ya había dirigido en los años anteriores el diario El País (1887-1921) y será fundador y primer director de la Hemeroteca Municipal de Madrid. Empezó siendo un periódico típico de cuatro páginas y a seis columnas, con una redacción de periodistas de primer orden, entre los que se encontraron el exredactor de El Imparcial (1867-1933) Luis Bello Trompeta, Ignacio Santillán, Segismundo Pey Ordéix, Álvaro Calzado, Julián Moyrón, Eduardo Barriobero y Hernán, Javier Bueno o Hipólito González Rodríguez de la Peña, entre otros. Y como colaboradores contará con Nicolás Estévanez, José Nakens, Cristóbal de Castro, Joaquín Dicenta, Pedro de Répide, Álvaro de Albornoz, Julián Besteiro o el médico Rafael Salillas. Muchos intelectuales descontentos se sintieron atraídos por el Partido Radical de Lerroux, entre ellos el propio José Ortega y Gasset, que buscó ocasionalmente refugio en sus páginas para publicar lo que, a su propio entender, no podía hacer en su “casa solariega”, es decir en El Imparcial, propiedad de su familia. Y Pío Baroja, en una breve etapa como militante radical, publicará ya desde el primer número César o nada, como folletín del diario lerrouxista. El partido liderado por Lerroux había obtenido su primer triunfo en Barcelona en las municipales de mayo de 1909 y se integró en la Conjunción Republicana Socialista por la que Galdós ocupó la cabeza de lista en las elecciones generales de mayo de 1910, que llevaron también por vez primera al parlamento al socialista Pablo Iglesias. Pero las acusaciones de corrupción contra sus partidarios en el Ayuntamiento de Barcelona, a finales de 1910, que provocará la expulsión del Partido Radical de la Conjunción Republicana Socialista en enero de 1911, ocasionarían también la desilusión hacia el lerrouxismo de muchas de las figuras que en un principio creyeron en él. La colección de este título en la Biblioteca Nacional de España comprende desde el uno de enero de 1913, cuando en su cabecera se indica que Lerroux era su fundador-gerente, y su número de páginas serán entre seis y cuatro, compuestas a cinco columnas, y el 31 de mayo de 1916, aunque seguirá publicándose hasta el 15 de julio de ese año. En 1916 redujo su formato y durante toda su existencia tuvo dificultades financieras para su mantenimiento. Insertará fotograbados, con fotografías de actualidad, así como caricaturas y chistes gráficos, y durante la primera gran guerra europea propugnará la intervención militar de España junto a las potencias aliadas. El diario de Lerroux mantuvo así mismo enconadas polémicas, no solo con el más representativo diario republicano madrileño –El País (1887-1921)–, situado en el centrismo y en el que el propio líder del Partido Radical había sido redactor y dirigido en 1899, sino especialmente con España nueva (1906-1921), la publicación dirigida por Rodrigo Soriano Barroetea-Aldamar (1868-1944), de Unión Republicana, por enemistad personal y política manifiesta entre ambos políticos y periodistas.