Aparece con el subtítulo “revista técnica de automovilismo y sus aplicaciones industriales” y como “órgano oficial” de la Cámara Sindical Española del Automovilismo, que presidía Hilario Crespo. Siguiendo la cronología trazada por López de Aguileta (2008) será la tercera publicación española especializada en esta materia, tras El Automóvil ilustrado (Barcelona: 1899 – Madrid: 1907) y la prácticamente desconocida Revista del automovilismo (1901). Publica su primer número el 15 de agosto de 1907 y su periodicidad será quincenal, apareciendo los días 15 y 30 de cada mes, en entregas, generalmente, de doce páginas, aunque algunas sean de ocho y otras superarán la veintena, compuestas a tres o cuatro columnas, con cubiertas, impresas en papel cuché y con profusión de fotograbados, dibujos, esquemas, mapas o croquis. Sus contenidos aunque se refieran a todos los aspectos del automóvil (técnicos, industriales, comerciales, deportivos y turísticos) se amplían también al transporte público y de mercancías, pero sobre todo a la aeronáutica, que en esos años también iniciaba su desarrollo tecnológico, militar, deportivo o aventurero.
En su artículo de presentación la revista da cuenta de la primera exposición del automovilismo celebrada en Madrid en el mes de mayo anterior, y señala que la escasa atención que los diarios de información general dedicaban a este fenómeno motivada la edición de una revista especializada para la divulgación del nuevo medio de transporte, enfrentándolo al del ferrocarril y exponiendo las dificultades que tenía en España, debido a la orografía de su territorio, el estado de sus carreteras y a las tarifas aduaneras y la fiscalidad que le eran aplicadas.
Es a partir de la primera entrega de 1908 cuando aparecerán indicados en su cabecera los nombres de su director, José García Benítez; redactor-jefe, Guillermo Ortega, y de su secretario de redacción, José María Samaniego, que también lo era de la Cámara Sindical Española del Automovilismo, que después ampliara también al Ciclismo. Los tres serán también los autores de un gran número de textos publicados por la revista. A partir del 15 de marzo de 1908, será también órgano oficial del Real Aero-Club de España y, desde el 30 de octubre de ese mismo año modificará el subtítulo a “revista técnica de automovilismo y aeronáutica”. También, a partir del 20 de enero de 1909, dejará de ser órgano oficial de la Cámara, para serlo también del Real Automóvil Club de España (RACE) y, más tarde, así mismo del Club Alpino Español.
Entre sus redactores y colaboradores se encontrarán el coronel y el capitán de Ingenieros Pedro Vives y Vich y Alfredo Kindelán , respectivamente; el también ingeniero militar Ricardo Moya o los así mismo ingenieros José Arderíus y Antonio Iturralde, además de Francisco F. Andreu, Eduardo de Autrán, L. Baudry de Saunier, José Fernández Zabala, Ramón González, Ricardo Goytre, José López Pinto, Alberto Oettli, Manuel O’Felan, Santiago de Paz, Carlos Resines, Francisco de P. Rojas, Ricardo Ruiz Ferry, Hipólito Ferrer, Manuel García Rivero, Eusebio Pelegrí y Fusella, Salvador Díaz-Berrio, Ramón Sánchez Arias (Rubrick), Rafael Torres Mariño, Manuel G. de Anserna, Alfonso Berget, Paul Sagon, Geo Lefebre, Leon Vallach, Louis Azais, Jean Balladeur, Albert d’Hardt, L. Marqués o el Vizconde de Almoralejo, entre otros.
Sus entregas tienen foliación continuada anual, formando cada año un tomo, para el que se confecciona un índice alfabético de voces y a veces de sumarios, reiniciando cada año la secuencia de numeración de sus entregas y de su foliación. Cada entrega comienza con un sumario, y en sus páginas dará cuenta de las actividades de la cita cámara y clubes en una sección que denomina oficial, como eran sus estatutos, memorias, resúmenes de las actas de las juntas directivas o la relación de sus socios (15 de marzo de 1908). También ofrece noticias, crónicas, reportajes y artículos no sólo de carácter técnico o mecánico o sobre la industria del comercio de la automoción en España (automóviles, camiones, autobuses, tractores y otros vehículos industriales y fábricas y talleres), si no que da cuenta de los motores, carrocerías, neumáticos, frenos o de los combustibles, de sus características y precios, así como de sus novedades o del automovilismo militar. Otra parte de sus contenidos está dedicado a congresos, exposiciones y salones (entre ellos los dedicados al turismo), a competiciones deportivas y aventureras (carreras, concursos, premios, copas, fiestas, circuitos), a accidentes, estadísticas, códigos, transporte público, conducción, escuelas y academias, así como a bibliografía y revista de revistas, haciendo todo ello extensible también a la navegación aérea (globos, aeroplanos o dirigibles, como el España) y a todos los países.
Así, dedicará especial atención a la Vuelta al mundo en automóvil (15 febrero de 1908 y 15 de enero de 1910), al general Conde de Zeppelin (15 septiembre de 1908) o a la Copa de S.M. el Rey (15 de julio de 1909), y dedicará números especiales al XI Salón del Automóvil de París (15 diciembre 1908), al I Salón de Aeronáutica (20 enero de 1909) o al Raid París-Madrid. También comenzará a publicar un suplemento con el título España deportiva, a partir del número 17 de 1910, para informar sobre fútbol, esgrima, lucha o ciclismo.
Sus páginas están plagadas de fotograbados de aeroplanos y automóviles, de los salones y stands en donde se celebran los certámenes, como el Grand Palais de París, de los retratos de los Reyes de España asistiendo a tales acontecimientos, de vistas de ciudades, carreteras, puertos, motores, talleres, fábricas o personajes relacionados directamente con este tipo de competiciones o vuelos aeronáuticos. Así mismo, es una revista con abundantes inserciones publicitarias, preferentemente de anuncios referidos al sector industrial y comercial del motor y del automóvil y al del turismo.
La última entrega de este título es la número 10, correspondiente al 30 de mayo de 1911. A partir del 15 de junio de este mismo año seguirá publicándose modificando su título: España automóvil y aeronáutica, continuando la secuencia del título precedente, y por tanto con la entrega número 11, además de continuar la foliación, título que también forma parte de la colección de la Biblioteca Nacional de España.