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Directorio madrileño

Guías y directorios
Aunque su editora fue la barcelonesa Casa Editorial Anuario Riera, especializada en este tipo de publicaciones, este anuario es una “guía especial de Madrid y su provincia”, que con este título comenzó a publicar dicha editora en 1904. Está considerado como continuación del que venía publicando, desde 1885, la editorial madrileña de Carlos Bailly-Baillière con el título Guía comercial de Madrid y su provincia. Como Directorio madrileño siguió apareciendo hasta el año 1911, y la Biblioteca Nacional de España sólo tiene de este título los volúmenes correspondientes a los años 1904, 1905 y 1908. A partir de 1912 adopta el título Guía-directorio de Madrid y su provincia, siendo desde entonces sus editores Bailly-Baillière y Riera Reunidos. Los volúmenes de la guía o directorio que nos ocupa aquí tienen un formato en 4º y en torno al millar y medio de páginas cada uno. Aparte del calendario y el santoral, resaltan sus reseñas históricas, topográficas y artísticas de Madrid, pero también de algunas de otras poblaciones de esta provincia y de las capitales limítrofes de Toledo, Ávila y Segovia, que son titulados como Viajes artísticos, que van firmados por Luis Ruiz Contreras. Al final de cada tomo inserta un índice general, además de otros onomásticos. Algunos de sus capítulos llevan los epígrafes Madrid monárquico, Madrid monumental, Madrid artístico, Madrid intelectual, Madrid pintoresco, Madrid veraniego o Madrid se divierte, que están encabezados con sus correspondientes dibujos. Ofrece datos de población y el callejero, y en el caso de la capital, además de textos descriptivos de estatuas o fuentes de sus más conocidos espacios públicos, ofrece otros sobre sus edificios más distinguidos, como es el dedicado al Museo del Prado o al Congreso de los Diputados. Resaltan en todos ellos la serie de fotografías con los que son acompañados, procedentes de la colección de J. Lacoste, sucesor de Laurent. Así, aparecen vistas de plazas, como las de Colón o Cibeles; de edificios monumentales, como el del Senado o del Ministerio de Fomento, pero también del Monasterio de El Escorial o del Palacio de Aranjuez, de las catedrales de Toledo y de Segovia o del Alcázar desde el Puente de Alcántara, entre otras. En el directorio de 1908 insertará también planos de los aforos de los teatros madrileños, como el Real, Español, Gran Teatro (antes Lírico), el de La Zarzuela o el de la Princesa, entre otros. A ello añade la guía en concreto, empezando por los integrantes de la Familia Real Española, del Senado, Congreso de los Diputados, ministerios y demás instituciones y organismos (administrativos, políticos, judiciales, militares o eclesiásticos, además del cuerpo diplomático y consular), pero también intelectuales. Continúa, por orden de apellidos de los profesionales, industriales, comerciantes, principales familias y nobleza española (títulos nobiliarios), con sus correspondientes direcciones. También dedica páginas a los pueblos de la provincia, agrupados por partidos judiciales, con sus correspondientes datos geográficos, históricos y estadísticos. A todo ello añade una numerosa publicidad comercial, no sólo al final, sino también encartada en el interior de su parte informativa, a veces ilustrada con grabados. La Casa Editorial del Anuario Riera, tenía sus oficinas en Barcelona, y una agencia en Madrid. Este tipo de publicaciones consideradas de “gran utilidad” estaban dirigidas especialmente al “hombre de negocios”, pero también a un público que precisaba “tener a mano” en un solo volumen los datos de centenares de personas que ocupaban puestos públicos, tenían gran notoriedad o eran profesionales, además de contener una guía comercial e industrial amplísima.