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Eco de Europa

Cultura
Como “revista ilustrada de ciencias, literatura y artes”, intentará cubrir un hueco entre otras publicaciones que, con igual carácter cultural, vienen publicándose en Madrid, como son Revista de España (1868-1895), Revista Europea (1874-1880) o Revista contemporánea (1875-1907). Sin embargo, su fracaso en mantenerse se torna determinante, pues comienza a publicarse el 10 de enero de 1877 para desaparecer el 30 de mayo del mismo año, después de haber publicado sólo quince entregas, con periodicidad decenal (Cazottes, 1982). Aparece los días 10, 20 y 30 de cada mes, en números de 16 páginas y con paginación continuada, incluyendo un par de grabados de gran formato en cada entrega, a veces ocupando uno su portada, de retratos de escritores, como el de José Echegaray o el de Gertrudis Gómez de Avellaneda y Sabater, sobre los que publicará un estudio biográfico, así como vistas de monumentos de ciudades europeas, y algunos de tipos costumbristas. Se muestra totalmente ajena a publicar trabajos literarios o de cualquier tipo que rocen en nada con la religión y la política, y ello hace que abandone –a partir del tercer número- su jefatura de redacción el médico y publicista de la revolución septembrina y autor de unos Estudios críticos sobre el Fausto de Goethe, Mariano Calavia. Dividirá cada entrega en una primera parte doctrinal de ciencia o arte, dedicando especialmente atención a los estudios sobre teatro; una segunda, de textos de creación literaria en prosa (algunos son traducciones del alemán o del griego clásico) y en verso, y una tercera para crónica e información cultural de actualidad. Se estructura en muy diversas secciones, con una crónica teatral (firmada por Mefistófeles), otra extranjera (bajo la firma de Rousset y Edelsdorf), que a veces ocupará la primera parte de la publicación; otra sobre salones, especie de notas de sociedad de conciertos musicales o bailes (firmada por Fakir), así como una revista musical, una galería de mujeres ilustres (comenzando con Semíramis), bibliografía u otra que titula Cabos sueltos o ecos, que son breves noticias o comentarios sobre la actualidad cultural tanto de Madrid, como de provincias y del extranjero. Publica también una crónica sobre la Academia de la Lengua o un estudio biográfico sobre el compositor Daniel Françoise Esprit-Auber (1782-1871) o sobre la ya citada Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873). Las firmas que aparecen bajo sus textos son abundantes. Entre ellas aparecen las de poetisas y escritoras como Concepción de Estevarena, Ángela Grassi, Josefa Pujol de Collado, Joaquina Balmaseda o Cipriana de la Torre. Entre las de los varones, aparecen las de Ricardo Blanco Asenjo (que escribe un ensayo crítico sobre Shakespeare y Calderón), José Sánchez Arjona, Carlos Peñaranda, José Gutiérrez de Vega, Ventura Ruiz Aguilera, Julián Arbulo, Eusebio A. Escobar, Carlos Vieyra de Abreu, Rodrigo Amador de los Ríos (que escribe unos recuerdos granadinos), Manuel de Palacio, Leopoldo Augusto de Cueto, José Selgas, Juan Tomás Salvany, Miguel Sánchez Pesquera o Francisco Rodríguez Marín. En sus primeros números aparece también la firma de J. Martos J., sin que se pueda saber si este llegó a dirigir la revista. Pretendió que todos sus contenidos fueran originales.