Conocido su título de forma abreviada, aparece el primer número de El Mundo el 23 de octubre de 1989, siete meses después de que su director-fundador, Pedro J. Ramírez (1952), fuera destituido de la dirección de Diario 16 (en la que había permanecido una década), arrastrando consigo para su creación al director general y hermano del propio presidente del Grupo 16, Alfonso de Salas; al subdirector general de publicidad, Balbino Fraga, y a un importante número de periodistas y colaboradores de este periódico. Junto a los citados, serán cofundadores del nuevo diario Juan González y Melchor Miralles. En su declaración de intenciones se dirá que, además de ser “un órgano radical en la defensa de sus convicciones”, será “moderado y sereno en la exposición de sus argumentos”, e “intransigente” en la defensa de los derechos humanos, de las libertades públicas, de los consumidores y en el respeto de las minorías y del medio ambiente. Nacerá impulsado por un espíritu regeneracionista, para convertirse, según Barrera (1995), en el referente del periodismo de investigación y de denuncia de la corrupción, como eran los casos Filesa, Ibercorp o los GAL, que en esos momentos salpicaban la vida política española, manteniendo al mismo tiempo una línea agresivamente crítica contra el gobierno socialista, a cuyo presidente, Felipe González, le acusará de “cesarismo”, siendo a su vez tildado por dirigentes del PSOE por sus “excesos amarillistas”.
En su artículo de presentación, Ramírez escribió: “Este periódico no será de nadie sino de los lectores. El Mundo no tiene amo…”, y en el capital inicial de 500 millones de pesetas, que fue ampliado hasta los 1.500 millones, para la constitución de la empresa editora del periódico -Unidad Editorial, S.A.-, participarán sus fundadores y periodistas, a los que se sumarán otros que en esos momentos estaban integrados en el entonces grupo mediático Antena 3, como Manuel Martín Ferrand, Luis Ángel de la Viuda, Antonio Herrero o José María García, quedando el cinco por ciento del mismo en manos del periódico inglés The Guardian, para dos años después entrar en su accionariado un relevante y decisorio socio: RCS Media Group Rizzoli-Corriere della Sera, en manos de Giovanni Agnelli, propietario de la empresa automovilística italiana Fiat, que empezó controlando el 45 por ciento del capital de la empresa para alcanzar el 96 por ciento, y en la que se integrará en 2007 el diario deportivo Marca, que venía siendo editado por el Grupo Recoletos, al igual que el diario económico Expansión o Diario médico. La empresa de El Mundo será también propietaria de la editorial La Esfera de los Libros y otros medios de comunicación.
Con un laicismo y un liberalismo radical adoptado como estandarte ideológico y una línea política no del todo clara, y con los mimbres del periodismo-denuncia y de investigación, su también apuesta por la cultura o los enviados especiales a los principales conflictos bélicos -Julio Fuentes caerá muerto en Afganistán, en 2001, y Julio A. Parrado, en Irak, en 2003-, y su atractivo diseño –que recibirá varios galardones-, la presencia de El Mundo sumió pronto a la prensa española en una situación desconocida hasta entonces, con el enfrentamiento feroz con sus competidores directos, primero con Diario 16 y El País y sus grupos editores, que a su vez acusarán al “diario de Pedro J.” de usar “deleznables procedimientos”.
Otra de sus características será su apuesta por un abultado y heterogéneo columnismo, a través de plumas muchas de ellas radicalmente dispares, como serán las de Antonio Gala (en la tercera página) y la de Francisco Umbral (en la última), que tras su fallecimiento será reemplazado por Raúl del Pozo (que se había incorporado desde El Independiente); en nacional, firmarán Pilar Urbano, Raúl Heras, Julia Navarro, Consuelo Álvarez de Toledo, Pedro Calvo Hernando, Antonio García Trevijano, o, procedente también de El Independiente, Pablo Sebastián (Aurora Pavón); en internacional, Fernando Múgica, Xulio Ríos o Alfonso Rojo; en economía, Casimiro García Abadillo; en cultura, Manuel Hidalgo, Santos Sanz Villanueva, Luis Antonio de Villena, Antonio Burgos (procedente de ABC) o Carlos Boyero, encargado de la crítica de televisión. Pero también contará con las firmas de David Gistau, Victoria Prego (que ascenderá a cargos en el periódico), Manuel Martín Ferrand (que pasará después a Diario 16 y más tarde a la COPE), José Luis Martín Prieto (procedente de El País), Fernando Sánchez Dragó, Arcadi Espada, Ernesto Sáenz de Buruaga, Julio Somoano, Gabriel Albiac, Federico Jiménez de los Santos, Salvador Sostres, Luis María Ansón, Eduardo Mendicutti, Jaime Peñafiel, Carmen Rigalt o Esperanza Aguirre. Entre los humoristas gráficos, además de Forges (que abandonará el diario en 1995) o Martinmorales, va a contar con Gallego & Rey o Idígoras y Pachi, principalmente.
El Mundo terminará consolidándose como no pudieron hacerlo otras nuevas y efímeras cabeceras, como El Independiente o El Sol, reflejado en una escalada de su difusión sin apenas precedentes en el periodismo español. Así, en 1990, ya estaba en torno a los 100.000 ejemplares de venta; en 1991 vendía unos 131.000; en 1992, 180.000, y, en 1993, 224.000, superando ya a Diario 16, que este año tuvo una difusión en torno a los 160.000 ejemplares de venta. Al mismo tiempo, a partir de 1991, El Mundo iniciará una expansión regional y local (como también llevaría a cabo Diario 16), con la aparición de ediciones en el País Vasco y Valladolid, seguidas de las de Baleares y Castilla y León. También creará o impulsará otras en las tres provincias vascas, Cataluña, Andalucía, Ibiza y Formentera, Castellón, Cantabria, León, Valencia, Alicante, Galicia, Canarias, Huelva, Burgos, Málaga, Almería o Soria. El periódico contó desde el principio con un suplemento dominical de gran empaque con el título Magazine, al que irá sumando, entre otros, El Cultural, Metrópoli o Luna del siglo XXI.
Fue un periódico que, habiéndose posicionado en contra de la primera guerra del Golfo (1991), se convirtió en un apoyo decisivo para el acceso del líder del Partido Popular, José María Aznar, a la presidencia del Gobierno, en 1995. Posteriormente daría un voto inicial favorable al gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, tanto en la retirada de las tropas españolas de Irak como en la aprobación del matrimonio civil entre personas del mismo sexo, pero se mostrará contrario a la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña o a la negociación antiterrorista. Asimismo fue el más fiel baluarte de la denominada teoría de la conspiración, por la que la banda terrorista ETA estaría involucrada en el atentado yihadista del 11 de marzo de 2004 en Madrid, en contra de la propia instrucción judicial del caso, y usada como ariete feroz contra la victoria electoral socialista celebrada tres días después de aquella barbarie.
Si el Estatuto de Redacción de 1990 reflejaba que El Mundo aspiraba “a ser un periódico progresista”, durante el mandato socialista de Rodríguez Zapatero será acusado de “realizar un juego peligroso para la democracia”, y no sólo siguió su confrontación con El País, sino que, además, teniendo en cuenta que sus lectores procedían de diversas capas ideológicas de la sociedad (derecha, centro e izquierda), a partir de entonces inició también una abierta pugna con el periódico tradicional conservador ABC, que no secundaba tampoco esa teoría de la conspiración, al objeto de ocupar su lugar como periódico de la derecha española. Asimismo, El Mundo, aunque en un principio abrazó también la teoría de la conspiración en el Caso Gürtel, que considerada que era una estratagema del juez Baltasar Garzón en connivencia con el PSOE para atacar al PP, a partir de 2009 se desmarcará de la misma, que sí seguirá defendiendo, sin embargo, el diario ABC.
Según las propias cuentas de Unidad Editorial, El Mundo entró en quiebra técnica en 2010, con unas pérdidas que, en 2014, ya sumaban 322 millones de euros, año este en que su difusión era de 156.000 ejemplares. El 30 de enero de este año, Ramírez será sustituido de la dirección del diario por el periodista Casimiro García Abadillo (1957) que venía siendo su subdirector.
Pedro García-Alonso realizó sobre este diario y su empresa editora su tesis doctoral en 1995. Otras referencias son las de Casals Carro (2000), Moreno Espinosa (2003), Martínez Rico (2008), Díaz Herrera (2009), Herrero Subias (2009), Castromil (2012), o las monografías del propio Pedro J. Ramírez (1991 y 2005).
Incluye suplementos como Actualidad económica (Madrid) [desde el 05/03/2018].
[Descripción modificada el 21/05/2019]