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Diario balear

Diario constitucional de Palma
Periódicos anteriores a 1850
Aparece su primer número el martes, uno de noviembre de 1814, estampado en la imprenta de su fundador, director y principal redactor, Felipe Guasp y Barberí, tras el restablecimiento del gobierno absolutista fernandino en mayo de ese año, y participará en la persecución y represión de los elementos liberales mallorquines del primer periodo constitucional español, como fue el caso de Joaquín Pérez de Arrieta (Rodríguez Morín: 2015 y 2016). Previamente, a partir del uno de noviembre de 1813, su hermano Melchor Guasp se había hecho cargo de la impresión de Diario de Palma, que el barcelonés Antonio Brussi había fundado el seis de septiembre de 1811 en esta ciudad. La colección en la Biblioteca Nacional de España de ese Diario de Palma –clasificado por Gil Novales (2009) como “periódico antiliberal”– alcanza hasta el 30 de diciembre de 1813, y la bibliografía de referencia llega a confundirlo con este Diario balear, señalando que aquel ya fue estampado por Felipe Guasp, quien había reunificado varias imprentas de Palma de Mallorca, entre las que estaban la de su hermano y la de su propia mujer (Bover: 1862). Guasp se convertirá en un importante impresor y librero mallorquín, y este Diario balear sería así la continuación de su trabajo periodístico anterior, que –a través de sus diversos títulos– se convertirá en “columna vertebral” de la prensa mallorquina y el de mayor tirada, principalmente, a lo largo de la primera mitad del XIX, adoptando un carácter noticioso y políticamente neutro, aunque siempre ligado al gobierno vigente de cada momento. En esta su primera etapa será un diario típico de aquéllos años, en 4º y de cuatro páginas (a veces, ocho) compuestas a una columna, en cuya cabecera estampará el escudo de armas de la ciudad. Cada entrega comienza con el santoral, las observaciones meteorológicas y las afecciones astronómicas, para a continuación publicar noticias oficiosas (órdenes de la plaza, reales órdenes o circulares); el movimiento portuario a través de Capitanía; noticias extranjeras, de España y de Mallorca, entre estas las de Avisos (precios y venta de productos) o cartelera teatral, así como variedades. Recorrerá el “triste periodo absolutista” publicando, principalmente, artículos de oficio de las autoridades, así como otros contenidos misceláneos y de naturaleza práctica (Durán López: 2006). Tras dejar de salir desde el 29 de mayo de 1815, como consecuencia de la real orden de prohibición de todos los periódicos, excepto la Gaceta de Madrid y Diario de Madrid, el impresor obtendrá licencia para continuarlo a partir del uno de abril de 1816, aunque sin el grabado con el escudo en su cabecera, y reiniciando la numeración. Cesó en su publicación el 17 de marzo de 1820 y, a partir del día siguiente, Guasp sacará una nueva cabecera: Diario constitucional de Palma (1820-1823), y recuperará la de Diario balear en el periodo 1823-1836. Además de las fuentes ya citadas para este periódico, véanse también los trabajos de Díaz de Castro (1976), Sabater (1985), Serra Busquets y Company Matas (1994), Ferrer Flórez (1994 y 2008), Valenciano i López (2009) y Roselló-Pórcel (2013), y para la época napoleónica el de Santos Oliver (1901).