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La Reforma (Madrid. 1898)

Periódicos
Diario de corta vida –no llega a los seis meses-, fundado y editado por el militar, periodista y escritor Diego Fernández Arias (1855-1928), que llegó a tirar 164 números, desde el 25 de diciembre de 1898 hasta el nueve de junio de 1899, en un formato típico de la época, con entregas de cuatro páginas, compuestas a cinco columnas, de carácter noticioso y político y en las que incluyó chistes y humor gráfico y otros retratos y caricaturas de personajes de la época. Fernández Arias, combatiente militar en su juventud contra las tropas carlistas y en la primera insurrección cubana, abandonará la dirección de La Correspondencia militar (1877-1932), de la que era también propietario, para embarcarse en este proyecto periodístico en el ambiente de derrota por la pérdida de Cuba tras la guerra hispano-americana, que coincide, desde marzo de 1897, con la presidencia gubernamental del liberal Práxedes Mateo Sagasta (1825-1903), mostrándose el diario antisagastino. Lo estuvo dirigiendo, hasta su número 68, correspondiente al dos de marzo de 1899, el también abogado, periodista y político liberal Rafael Comenge y Dalmau (1856-1934), es decir hasta las elecciones, que dieron, a partir de ese mes, la presidencia del Consejo de Ministros al conservador Francisco Silvela (1843-1905), mostrándose el diario desde entonces decididamente progubernamental o ministerial. El periodismo de Fernández Arias estaba encuadrado en un radicalismo militar burgués, fluctuante en cuanto a sus preferencias partidistas, pero de tendencia conservadora y abiertamente corporativista (Vanaclocha: 1981), que tenía entre sus referentes al general conservador Eduardo Cassola, integrante de los tetuanistas o seguidores del duque de Tetuán, Carlos Manuel O’Donnell (1834-1903), que en las citadas elecciones también obtuvieron una minoría parlamentaria. El periódico publica artículos y crónicas políticas y noticias extranjeras y nacionales con telegramas procedentes de las agencias Fabra y Mencheta. Tuvo secciones de política y actividad parlamentaria, de asuntos militares, dándole especial atención a la actualidad de Filipinas; financiera (con las cotizaciones bursátiles), de cartelera de espectáculos, religiosa (santoral y cultos), sucesos, bibliografía, o folletín en el faldón de la última página, y cuando esta queda ocupada completamente por anuncios comerciales, en la penúltima. También inserta información municipal y local, siendo Comenge especializado en estos asuntos. Como firmas de sus textos abundan los seudónimos. En los de toros, el seudónimo Varetazos; en deportes, el de Sport; en política, Sangredo; en tribunales, Juan de la Toga o Licenciado Birrete; en la sección Cosas del día, el seudónimo Goliat; en el breve de estilo humorístico La Cocina de La Reforma, Marmitón; en notas de sociedad, Un Chroniqueur; bajo las noticias de Londres, Dikson, y bajo la sección Personillas y personajes son usadas como firma las iniciales F. de la E. Contó con Santiago Romo-Jara como corresponsal en París. Enrique Ayuso firma una sección bajo el epígrafe Notas del día, y algunos de sus colaboradores, generalmente autores de artículos de creación literaria, son Eduardo Martín de la Cámara, Francisco de la Escalera, Juan Valero de Tornos, Inocencio Maraña o Carlota Léautier. José Cánovas Vallejo firma la crítica teatral. Fernández Arias, que previamente había sido diputado en Cortes desde marzo de 1896 a febrero de 1898 y había tenido la intención de adquirir la correspondiente maquinaria alemana para llegar a tirar cuatro ediciones de La Reforma (dos para Madrid y otras dos para provincias), llegará a perder dinero con su diario, y cuando anuncie el cierre de este en su último número, indicará también su vuelta a la dirección de La Correspondencia militar. También volvió de nuevo a ser diputado conservador en 1901 y 1905.