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El Fusil (Madrid)

Revistas satíricas y humorísticas || Carlismo || Periódicos
Semanario satírico al que se le atribuye una filiación carlista, es fundado en 1898 y dirigido (aunque nunca aparezca como tal en el periódico) hasta su fallecimiento por el periodista carlista Benigno Bolaños y Sanz (1865-1909), que anteriormente había dirigido también La Escoba y La Estaca, por lo que se considera “hijo” y “nieto”, respectivamente, de estas publicaciones. Como administrador aparece Jorge Ontañón. Cambia su subtítulo en varias ocasiones: “periódico de repetición” (seriaba el periódico con “disparo 1”, etc.), periódico y semanario “radical” u “órgano oficial del sentido común”, y estampa junto a la cabecera la leyenda: “Yo tiro y sin compasión. Yo no admito subvención. Ni me caso ni me vendo. De retóricas no entiendo. Y al ladrón llamo ladrón”. De espíritu agresivo y polémico, se dedicó a atacar a El Motín, el gran periódico satírico republicano de la época, y tras ser suspendido en 1900 (y salir en su lugar El Padre Cobos), en 1903 se vanagloriaba de haber ya “insultado” a 466 personajes políticos, llamado “brutos y cavernícolas” a 365 caciques, haber pedido que “ahorquen” a 15 ministros y exministros, “ciscado” a 43 alcaldes, tratado de “perros” a 18 gobernadores, de “burros” a 13 catedráticos, haber “tomado el pelo” a 72 aspirantes a canónigos, “reñido” con tres obispos, y haber llamado “granujas” a ocho jueces, cinco generales y 14 periodistas. Fue denunciado en sucesivas ocasiones. Publicado en números de cuatro y ocho páginas y en folio, en la primera inserta una gran viñeta humorística de carácter político, obra firmada por Gedeón. Además del director, que utiliza el seudónimo Eneas, resaltan las colaboraciones del diputado Juan Urquía Redelilla, con el seudónimo El Capitán Verdades. Con textos en prosa y en verso y también anuncios comerciales, algunos de carácter así mismo humorístico. Tras el fallecimiento de Bolaños, en 1909, El Fusil fue dirigido por el también periodista carlista José Arrufat Mestres (1869-1913), y tras la muerte de éste por el así mismo periodista carlista Domingo Cirici Ventalló (1878-1917), ambos de origen catalán. Seguía publicándose en 1916. Entre otras referencias bibliográficas para este título, la de Navarro Cabanes (1917).