Comenzó apareciendo, a finales de 1835, los domingos, martes y viernes, para a partir del uno de marzo de 1836 hacerse “diario de la tarde”, como indicará su subtítulo desde entonces. Siempre fue un periódico de cuatro páginas, compuestas a tres columnas, estampadas en imprenta propia, órgano oficioso del liberalismo progresista gobernante, consecuente de los liberales “exaltados” doceañistas y del Trienio Liberal, que estaba constituyéndose en partido político, frente al moderado, al final del periodo de transición entre el despotismo ilustrado y el Estado liberal, dando fin definitivo al Antiguo régimen. Cumplió un parecido papel al que anteriormente habían tenido Diario de la administración (1834), fundado por Javier de Burgos (1770-1848), y su sucesor el también diario Anales administrativos (1834-1835).
En este caso, su “bandera” será “el programa de 14 de septiembre”, que no es otro que el manifiesto o programa político de Juan Álvarez Mendizábal (1790-1853) al asumir la presidencia del Gobierno en ese día de 1835 tras su regreso del exilio, consistente en afianzar la legitimidad isabelina y el orden, el desarrollo de la libertad y la prosperidad, el progreso político y moral y las “mejoras administrativas”, con “tino, mesura, graduación y constancia”. Estará dirigido por el secretario de Mendizábal, el escritor Gerónimo -o Jerónimo- Ferrer Valls (1797-1851?).
Con paginación continuada, en sus entregas dará curso a artículos doctrinales de carácter político, artículos comunicados, crónicas de las Cortes, noticias de provincias, noticias oficiales y partes de la guerra carlista, noticias diversas y algunas del extranjero, cotizaciones de la Bolsa de Madrid, programación teatral, así como una sección bajo el epígrafe Espíritu de la prensa periódica, y algunas máximas como folletín.
El diario de Mendizábal se publicará durante sus decretos de desamortización de febrero y marzo de 1836; el gobierno moderado de Francisco Javier Istúriz (1790-1871) a partir del 15 de mayo de ese año; el motín de La Granja del mes de agosto y el consecuente comienzo del gobierno progresista presidido por José María Calatrava (1781-1846), en el que Mendizábal regresa al gobierno como ministro de Hacienda. Asimismo, se publica también al inicio del periodo constituyente que sustituirá el Estatuto Real de 1834 por la Constitución de 1837, que estará vigente durante una década.
El Nacional se estará publicando hasta el 26 de agosto de 1836, cuando se fusione con el diario La Revista española, que había sido fundada en 1832 por José María Carnerero (1784-1866), pero que desde abril de 1834, tras asociarse, por su parte, con El Mensagero de las Cortes, lo venía dirigiendo el también progresista Antonio Alcalá Galiana (1789-1865).
En su lugar, a partir del 27 de agosto comenzará a publicarse el diario Revista nacional, que también forma parte de la colección de la Biblioteca Nacional de España.