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La Unión ilustrada

Revistas de información general
Es considerada como la mejor revista gráfica andaluza del primer tercio del siglo veinte, que llegará a alcanzar una amplia difusión en España y América. En su marco geográfico cuenta con el antecedente de la Ilustración andaluza (1879-1880) y en su fundación y edición con la gran cobertura de un empresario de origen catalán, José Creixell Olivella, propietario de la imprenta La Unión Mercantil, que ya había ya dado nombre al también máximo exponente del periodismo moderno en Málaga con el diario del mismo nombre: La unión mercantil (1886-1936), que llegará a disponer de la primera rotativa de la localidad. El magazín La unión ilustrada será asimismo exponente del moderno periodismo gráfico que en Madrid venía desarrollándose a través de revistas como Blanco y negro (1891), Nuevo mundo (1894) o Mundo gráfico (1911). Se trata de un semanario de periodicidad semanal (el día de salida fue variando con el tiempo), que publica su primer número el cinco de septiembre de 1909. Sus entregas serán de paginación variada, desde la veintena del principio hasta alcanzar las 52 en vísperas de la proclamación de la II República Española. Sus dieciséis páginas centrales las dedicará íntegramente a la información gráfica –llegará a contar con taller propio de fotograbado-, que estructurará en temas de actualidad, ecos de sociedad, espectáculos o asuntos locales, regionales, españoles y extranjeros, fotograbados que combinará con las páginas de textos literarios y de entretenimiento, con artículos de fondo, crónicas y reportajes. A partir del 25 de febrero de 1912 introducirá el color en los fotograbados de su cubierta y a partir de 1930 distribuye fotografías también por todas las páginas de la revista. Su subtítulo también fue variando, desde revista artístico-literaria a semanario de información gráfica, y sus contenidos se van estructurando con secciones que va dedicando a la actualidad local, regional, nacional y extranjera, a teatro, deportes, modas, bibliografía, cine o música, o con epígrafes como Páginas modernistas, Galería de artistas, Crónica taurina, Sección femenina o Los poetas. También publicará folletines y tendrá una sección infantil y otra de pequeños anuncios. La inserción de publicidad es también abundante. El éxito de la publicación fue extendiéndose y afianzándose, de tal suerte que si en 1913 había alcanzado ya una tirada ordinaria de unos 15.000 ejemplares, las estadísticas de 1920 y 1927, indican una tirada de 32.000 y 42.000 ejemplares semanales, respectivamente, de los que casi un tercio se difundían fuera de su marco geográfico local, mientras que las tiradas del diario La unión mercantil lo eran de 28.000 y 35.000 ejemplares, respectivamente. Como señalan Juan A. García Galindo y Manuel Morales Muñoz (1996 y 1999), que llevan a cabo un estudio de los primeros años de la revista, su espíritu fue cada vez más conservador, al igual que el citado diario de la misma empresa editora, que con la constitución del régimen republicano defenderá los postulados de la Coalición Monárquica. Su primer director es Pedro Alfaro Gutiérrez, al que le siguieron José Navas Ramírez y Antonio Creixell y de Pablo Blanco. Entre sus redactores y colaboradores, muchos de ellos también del diario, estuvieron Telmo Luco, José Sánchez Rodríguez, Ramiro Blanco, F. Ramírez, J. Casaux España, Fernando Durán Souza, Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, Jacinto Benavente, Concha Espina, Pedro Alfaro, Arturo Reyes, Narciso Díaz Escobar, Salvador Rueda o Manuel Altolaguirre Palma, entre otros muchos. Entre sus fotógrafos, Demetrio López, C. Gutiérrez, T. Díaz, Moroder, Almendro, Nogales, Delius o Luque. Y entre sus dibujantes, con Antonio Pons, Mullor, Sepúlveda o Fran-Kelo. Desde 1918, llega a tener una delegación en Madrid, a cargo de Álvaro Retamar (apareciendo desde entonces también esta ciudad como lugar de edición), y desde 1926, otra en Sevilla. Cuenta también con los servicios fotográficos de la Agencia Navas y la Agencia Gráfica, llegando a fundar una propia. Y contó asimismo con corresponsales en Argentina, Chile, Cuba, Estados Unidos y Canadá. El 1.127 es el último número de este título en la colección de la Biblioteca Nacional de España, correspondiente, en su vigésimo tercer año de edición, al 12 de abril de 1931. Su salida de suspende en esta fecha por un conflicto laboral.