Uno de los principales ejemplos que impulsan el nacimiento y desarrollo de la prensa económica en España, en palabras de Luis Miguel Enciso Recio, que ha biografiado este periódico, y según Pedro López Aparicio, junto al Correo de Madrid (o de los ciegos), sobrepasa el interés e importancia a la mayor parte del resto de la prensa española de finales del siglo XVIII, al potenciar la elaboración y difusión de noticias amplias y artículos destinados a los agentes productivos de la sociedad. Dedicó especial atención a los asuntos de la América española, por lo que adquirió un gran prestigio en estos países, siendo ejemplo para su incipiente periodismo.
Nace como empeño e iniciativa personal de Diego María Gallard, abogado que era de los Reales Consejos entre otros puestos que tuvo, al que le acompaña Eugenio Larruga. Más tarde pasó durante un tiempo a manos de la Oficina de la Balanza del Comercio, aumentando así la protección y tutela oficial. Con frecuencia bisemanal, aparecía los lunes y jueves, en números de ocho páginas, incluyendo índices semestrales, y compuesto a una columna.
Contiene noticias, artículos y memorias sobre comercio, agricultura (precios de los granos, etc.), artes útiles, adelantos e invenciones, datos estadísticos, economía pública, meteorología, entradas y salidas de buques y sus cargamentos de los diferentes puertos marítimos, órdenes gubernamentales, cambios monetarios, bibliografía, anuncios de varias clases, etc. Sus informaciones están datadas tanto en las principales ciudades españolas como extranjeras, de Europa y América.
Desde su aparición, el uno de octubre de 1792, estuvo publicándose hasta prácticamente pocas semanas después de la invasión de los ejércitos napoleónicos en España, hasta el 30 de junio de 1808.