También en la bibliografía de referencia como El Matamoscas, es un periódico político y también satírico, que comienza a publicarse el 21 de agosto de 1836, una semana después del Motín de La Granja, tras el que doña María Cristina, la Reina Gobernadora, se ve obligada a restaurar la Constitución de 1812, y de la asunción del gobierno por los progresistas. Siendo una cabecera olvidada de la historia del periodismo español, Alberto Gil Novales lo hace notar así en su trabajo Prensa satírica de la época de Larra: El Matamoscas, de 1983, periódico al que tilda de tener “voluntad popular y revolucionaria”, enemigo de Juan Álvarez Mendizábal (1790-1853), “lo cual no quiere decir amigo de sus enemigos”, que en ese momento ocupaba la cartera de Hacienda. Su adscripción es liberal y, por tanto, anticarlista, pero también antirrepublicana, y se le ha añadido lo de anticlerical. Su editor responsable, al que se le apunta su autoría como redactor, es el soriano Manuel Benito Aguirre, del que poco se sabe, excepto que es autor de obras dedicadas a la enseñanza, firmó con el seudónimo El Militar Ingenuo en el Boletín Oficial de la Milicia Nacional (1839) y fue candidato a diputado a Cortes en 1842. Aunque su intención era publicar tres números por semana, su frecuencia de aparición es irregular y la indicación de su secuencia compleja, con indicación de número, cuaderno y entrega. Estas lo son de 16 páginas, compuestas a una columna. A partir del número 24 inserta una lámina litografiada fuera de texto de carácter “fuertemente satírico”, por lo que se le incluye también entre las publicaciones ilustradas. Se estampó, primero en Ferrer y Compañía, después en imprenta propia y, por último en la Imprenta de El Nacional, periódico progresista como el propio El Mata-moscas. Se autodefine asimismo como “obra satírica análoga a las circunstancias”, y sus textos, en los que no faltan los versificados, tratan sobre los acontecimientos políticos del periodo en que el liberalismo español se bifurcará entre el moderantismo o conservadurismo y el progresismo y la democracia. Sus artículos relatarán también la historia de las disputas políticas hasta ese momento, y Gil Novales resalta incluso que su redactor reprochara como actitud antirrevolucionaria el suicidio de Mariano José de Larra (1809-1837). Su colección la forman cuatro tomos en 8º, y la de la Biblioteca Nacional de España comienza en el número 37, de tres de febrero de 1837, y acaba en el 96, de 25 de octubre de ese año. Quizá su inestabilidad económica da lugar a que los días 24 de abril, 11 y 30 de mayo, incluyera en estas entregas hasta seis números, con un total de 98 páginas cada una. Publicó hasta el número 108, de 10 de octubre de 1837.